Las mejores cosas de la vida pueden ser gratis, pero los ciudadanos quieren algo de los impuestos que pagan. Los gobiernos pueden utilizar medidas de bienestar y felicidad para centrar el gasto en lo que es más importante para los ciudadanos [enlace al artículo]. Inteligente las finanzas públicas pueden mejorar la prestación de servicioscuando combinado con otros factorespara mejorar el bienestar de los ciudadanos. ¿Cómo pueden los gobiernos mejorar el bienestar de los ciudadanos sin gastar más?
Alexander KjerulfDirector de Felicidad de Woohooy un ponente en el Comité Directivo Internacional de FreeBalance en 2014, recomendada recientemente 11 políticas gubernamentales que pueden mejorar la felicidad en el trabajo. Esperamos encontrarnos con Alexander en la próxima Cumbre Mundial de la Felicidad en Miamia finales de este mes, para saber más.
¿Cuáles son las intervenciones políticas que podrían impulsar la felicidad en el lugar de trabajo?
Alexander recomienda cambios normativos y de aplicación como "2: Regular contra el exceso de trabajo permanente", cambios en los procesos internos de la Administración como "4: Convertir los lugares de trabajo de la Administración en modelos a seguir" y promoción de la felicidad como "9: Celebrar los mejores lugares de trabajo". Los gobiernos pueden utilizar su poder adquisitivo para promover "lugares de trabajo felices certificados".
Estas intervenciones políticas gubernamentales no son precisamente gratuitas. Cualquier regulación gubernamental con aplicación conlleva un coste. Podría argumentarse que estos costes incrementales podrían compensarse con ahorros en la red de seguridad social. Las personas felices son personas sanas.
El trabajo no es sufrimiento
Alexander destacó la importancia de la felicidad en el lugar de trabajo para la productividad y la innovación en el FISC en 2014. Dirigiéndose a una audiencia de clientes gubernamentales de FreeBalance, hizo hincapié en que la buena gobernanza y el trabajo significativo aportan felicidad y bienestar al lugar de trabajo. Su idea de que los gobiernos deben promover el aprendizaje permanente para contribuir al desarrollo económico demuestra que el bienestar en las políticas públicas debe mantenerse:
Cuando un gobierno ofrece educación barata o gratuita a sus ciudadanos, hay muchas más posibilidades de que desarrollen todo su potencial y sean felices en el trabajo.
Y esto no debería limitarse a los jóvenes. El aprendizaje permanente debe facilitar y hacer asequible a cualquier persona la mejora de sus cualificaciones para que pueda conseguir un trabajo diferente o más interesante.
El aprendizaje ayuda a mejorar la competencia, la autonomía y el crecimiento personal. Hacer que el aprendizaje sea más accesible puede parecer caro, pero los beneficios se verán en el futuro (o en algunos ciclos electorales más). (Por eso es necesario planificar el presupuesto a largo plazo. Además, la aparición de nuevas plataformas de aprendizaje está reduciendo drásticamente el coste del aprendizaje y de la formación certificada. La "transformación digital" del aprendizaje podría contribuir en gran medida a la felicidad en el lugar de trabajo.