El plazo autoimpuesto por el Gobierno de Canadá para arreglar el sistema de retribución "Phoenix" llegó y pasó. Mientras escuchaba un seminario web por Andy Kyte del Grupo Gartnerno he podido evitar reflexionar sobre algunas de sus observaciones en el contexto de Phoenix, y como complemento a un entrada anteriorespecialmente tras la reciente cobertura en el New York Times: Un nuevo sistema de nóminas falla y los canadienses preguntan: ¿Dónde está mi paga?...de Ian Austen.
Estas dos lecciones para los profesionales de TI son importantes, sobre todo si no quiere que su fracaso sea denunciado por el New York Times:
- El éxito y el fracaso son análogos en varios ejes: Phoenix sufrió diferencias en la definición del éxito. La cobertura de prensa reciente parece indicar que Phoenix es algo funcionalmente completo para el pago típico.
- Los requisitos funcionales están sobrevalorados: Al parecer, Phoenix es más difícil de usar que el sistema anterior por cuestiones de usabilidad y facilidad de aprendizaje. Hubo falta de formación, según los informes de prensa. Pero los sistemas intuitivos no deberían requerir grandes esfuerzos para formar a personas familiarizadas con las normas de nóminas.
En artículo de Maggie Parkhill en El pinzón mostraron el coste humano de los fallos de Phoenix, incluida esta infografía. Lo importante es la cuadro de mando para solucionar los problemas no incluía los que aparecieron después de julio, dejando 200.000 transacciones por procesar.