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Fracaso del proyecto IFMIS: ¿ha llegado el momento de culpar a la víctima?

No es ningún secreto: los grandes proyectos de TI no suelen cumplir las expectativas de los clientes. Un estudio realizado en 2003 demostró que sólo 34% de los grandes proyectos de TI tuvieron éxito, mientras que otro sobre proyectos de planificación de recursos empresariales (ERP) reveló una desviación media de 182% del coste estimado y de 230% del tiempo programado.

En el mejor de los casos, las organizaciones de alta capacidad utilizan software diseñado específicamente para sus mercados. Esto se hace, en parte, para minimizar los riesgos que conlleva implantar soluciones que no están especializadas o probadas para sus necesidades particulares.

¿Qué dice esto de los proyectos IFMIS para las administraciones públicas de los países emergentes? Para empezar, los vendedores están preparados con una cartera de razones para culpar al cliente. Culpar a la víctima.

En esta cartera de culpas, se acusa a la víctima de:

  • Tener expectativas poco razonables: quería demasiado y demasiado pronto.
  • Falta de personal formado.
  • No estar suficientemente comprometido.
  • Demostrar una mala gestión de los proyectos.
  • Cambios frecuentes de dirección
  • No articular eficazmente el proceso empresarial.
  • Ser reacios a gestionar el cambio organizativo.

No cabe duda de la gravedad de estos riesgos. Pero cuando los gobiernos presentan solicitudes de propuestas detalladas en las que exigen a los vendedores que demuestren una cualificación suficiente, y cuando los vendedores cotizan en contratos de precio fijo, ¿cómo es justo responsabilizar a los gobiernos de todos estos riesgos?

El éxito se encuentra no sólo en la aplicación, sino en sostenible implementación. Por eso corresponde a los proveedores de software y a las empresas consultoras colaborar con los gobiernos para mitigar estos riesgos, no sea que se conviertan en fracturas permanentes.

  • Expectativas poco realistas. El software propuesto debe poder cumplir los plazos de implantación del cliente. Si el software IFMIS tarda tres años en implantarse cuando los requisitos exigen un año, es hora de replantearse el software.
  • Personal formado. Según nuestra experiencia, el desarrollo de capacidades es un factor determinante del éxito. Resulta tentador recortar en formación para reducir los costes de las propuestas, pero no se trata sólo del software, sino de la calidad de la gestión de las finanzas públicas y de una formación informática más amplia. Por tanto, los proveedores deben insistir en la formación.
  • No suficientemente comprometidos. Cualquier cambio organizativo pone a prueba el compromiso. Los éxitos rápidos y tangibles son necesarios para fomentar el compromiso.
  • Gestión de proyectos. El proveedor debe proporcionar un equipo especializado que ayude y guíe al equipo de gestión del proyecto gubernamental, y no al revés.
  • Cambios de opinión frecuentes. Los gobiernos elaboran las especificaciones de las propuestas basándose en las condiciones del momento. No se puede esperar que los gobiernos sepan cómo se pueden superar los problemas actuales o resolver los nuevos problemas que se introduzcan con el uso del software. Los vendedores deben esperar cambios.
  • Articulación de procesos empresariales. Los gobiernos adquieren IFMIS para cambiar los procesos empresariales. Los proveedores deben tener experiencia en las funciones gubernamentales y no deben tener que hacer preguntas genéricas sobre los procesos empresariales. Por el contrario, deben ayudar a facilitar la adopción de buenas prácticas por parte del gobierno.
  • Reticencia al cambio. A muy poca gente le gusta el cambio: es un hecho. Solo los consultores comprometidos y apasionados pueden motivar eficazmente el cambio.

Cabría esperar que los vendedores ya hubieran aprendido a maximizar el éxito. Pero, por desgracia, los vendedores que niegan su responsabilidad en el fracaso rara vez aprenden. Al analizar por qué lo hacemos notablemente mejor que los estándares del sector, hemos podido codificar los enfoques que han tenido éxito, mejorar nuestros procesos e idear métodos para mitigar eficazmente esos riesgos. Entendemos que el desarrollador de software debe estar íntimamente involucrado y comprometido con el éxito del proyecto IFMIS. Trabajamos con nuestros socios consultores para garantizar el éxito. Valoramos la capacidad de nuestro software para satisfacer mejor los requisitos de los gobiernos de las economías emergentes.

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