Gestión de las finanzas públicas (PFM) es una función esencial de cualquier gobierno. Un sistema de GFP bien gestionado permite a un gobierno asignar sus limitados recursos a prioridades clave y gastar de forma eficaz y eficiente con el máximo impacto. En 2030 se acerca rápidamente, no hay mayor prioridad para el sector público que la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Recaudación de fondos
Según la Fondo Monetario InternacionalSegún el informe, todos los países necesitan aumentar sustancialmente sus presupuestos para cumplir los compromisos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La principal conclusión del documento es que el cumplimiento de la agenda de los ODS requerirá un gasto adicional en 2030 de 1,4 billones de dólares para los países en desarrollo de renta baja y de 1,4 billones de dólares para las economías de mercado emergentes.
Con el aumento del gasto necesario, la primera parte de la ecuación consiste en aumentar los ingresos nacionales. Los gobiernos deben aplicar reformas administrativas para mejorar su base impositiva (el número total de contribuyentes) y su ratio impuestos/PIB. Aumentar la eficiencia de la recaudación de ingresos reduce la dependencia de los préstamos y garantiza que los esfuerzos para lograr los ODS sigan siendo sostenibles.
Refuerzo del gasto público
Aumentar la recaudación de ingresos es sólo la mitad de la ecuación. Más importante aún es que los gobiernos mejoren la calidad del gasto. Debido al elevado coste que supone cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los gobiernos deben reorientar su PFM sistemas para integrar los ODS en todas las fases del proceso presupuestario, desde la planificación a la formulación, pasando por la ejecución y, por último, la presentación de informes y la contabilidad.
Los gobiernos pueden incorporar los ODS en su proceso de planificación y priorización garantizando que los planes de desarrollo, los planes a medio plazo y los planes sectoriales se alineen entre sí y giren en torno a la consecución de los objetivos. La consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es un esfuerzo plurianual. A través de un marco de gastos a medio plazo (MTEF), los gobiernos pueden priorizar, planificar y secuenciar las asignaciones presupuestarias durante un periodo renovable de tres a cinco años. Los ODS deben incorporarse a estos MTEF y detallarse en los presupuestos sectoriales y ministeriales.
Para presupuestar los ODS es fundamental adoptar un sistema que identifique las partidas de gasto relacionadas con los ODS y coteje la información sobre los resultados de cada objetivo. Los gobiernos pueden mejorar sus sistemas de gestión de las finanzas públicas adoptando un presupuesto basado en los resultados en el que cada ministerio se comprometa a alcanzar metas de rendimiento relacionadas con los ODS.
Mejora de la gestión de proyectos
El aumento de la capacidad de ejecución es el sello distintivo de un sistema de gestión de las finanzas públicas. Para llevar a cabo inversiones masivas relacionadas con los ODS, los gobiernos deben contar con un sólido sistema de gestión de proyectos. La gestión de contratos y la supervisión de proyectos son indispensables para garantizar que los fondos se gastan correctamente.
Por último, los sistemas de información y auditoría deben reorientarse hacia los objetivos de desarrollo sostenible. Los informes de gasto deben vincularse a la consecución de productos y resultados relacionados con los ODS. Asimismo, los auditores estatales deberían incorporar los objetivos en sus auditorías de rentabilidad.
Oportunidad de transformación en la Administración
Con tantas reformas necesarias, la incorporación de los ODS en el plan de gobierno de un país puede ser una buena idea. Sistema PFM puede parecer demasiado desalentador. Pero reorientar el sistema presupuestario es una oportunidad para impulsar reformas muy necesarias que no sólo mejoren las finanzas públicas, sino que también transformen el gobierno en su conjunto.