La planificación presupuestaria es la piedra angular de una gobernanza eficaz, ya que implica la asignación estratégica de recursos limitados a diversas prioridades políticas. Sin embargo, se trata de un panorama complejo, y los altos funcionarios de todo el mundo se enfrentan a retos como la escasez de recursos, las prioridades políticas contrapuestas y la incertidumbre económica.
En los países emergentes o frágiles, esto puede verse agravado por una serie de factores adicionales. Entre ellos figuran el establecimiento de una infraestructura financiera sólida, la gestión de los rápidos cambios económicos, el fomento de un crecimiento sostenible al tiempo que se abordan las disparidades y la gestión de los efectos de los conflictos.
Independientemente del contexto nacional, el éxito en la prestación de servicios, la estabilidad financiera y el bienestar de los ciudadanos dependen de una gestión presupuestaria eficaz.
Elaborar un presupuesto en el Gobierno
La base de una planificación presupuestaria eficaz comienza con un análisis en profundidad de los indicadores económicos. Estas métricas estadísticas ayudan a evaluar diversos aspectos del rendimiento de una economía, proporcionando información sobre la salud general, las tendencias y la estabilidad de una economía. Entre los indicadores económicos más comunes se incluyen:
- Producto Interior Bruto (PIB)
- Tasa de desempleo
- Tasa de inflación
- Tipos de interés
- Índice de confianza de los consumidores
- Deuda pública
- Balanza comercial.
Los indicadores económicos desempeñan un papel crucial en la planificación presupuestaria por varias razones:
- Ayudan a estimar los ingresos potenciales que puede generar el gobierno. Por ejemplo, una economía en crecimiento puede dar lugar a un aumento de los ingresos fiscales.
- Permiten a los responsables políticos anticiparse a la demanda de servicios públicos. Por ejemplo, durante las recesiones económicas puede aumentar la necesidad de programas de bienestar social.
- Ayudan a los funcionarios a tomar decisiones más informadas sobre política fiscal, impuestos y gasto público. Pueden ser necesarias medidas específicas para estimular el crecimiento económico o hacer frente a los retos económicos.
- Ayudan a identificar los riesgos actuando como señales de alerta temprana. El análisis económico puede pronosticar una futura recesión y, sabiéndolo, los funcionarios pueden tomar medidas preventivas para mitigar las repercusiones negativas sobre el presupuesto.
- Apoyan la priorización de políticas y proyectos. Por ejemplo, en épocas de crecimiento económico, los gobiernos pueden asignar recursos al desarrollo de infraestructuras.
Sin embargo, los indicadores económicos son sólo una parte del cuadro: los gobiernos también tienen que equilibrar los intereses de las diversas partes interesadas.
La diversidad de puntos de vista aporta una gran cantidad de ideas y puntos de vista que enriquecen el proceso de toma de decisiones. La incorporación de diversos puntos de vista garantiza una comprensión más completa de las posibles repercusiones de las decisiones presupuestarias.
Las distintas partes interesadas suelen tener prioridades y preferencias divergentes. Por ejemplo, mientras que los grupos empresariales pueden abogar por recortes fiscales, las organizaciones de bienestar social pueden hacer hincapié en el aumento del gasto en servicios públicos. Y los distintos grupos de interesados pueden tener una visión única de las necesidades de comunidades o sectores específicos.
Esto puede complicarse aún más por motivaciones políticas, ya que los funcionarios del gobierno pueden verse presionados para dar prioridad a los intereses de determinadas partes interesadas influyentes. Esto puede crear disparidades y socavar la distribución equitativa de los recursos.
El compromiso activo con las diversas partes interesadas a lo largo del proceso de planificación presupuestaria y el uso de datos para priorizar las inversiones de forma objetiva pueden mitigar cualquier impacto negativo de las diversas opiniones de las partes interesadas. Comunicar claramente cómo se toman las decisiones y los factores considerados puede reducir las suspicacias y fomentar la colaboración: los procesos de toma de decisiones transparentes e inclusivos ayudan a generar confianza.
La resonancia emocional de la planificación presupuestaria
La elaboración de presupuestos puede parecer un proceso árido o basado exclusivamente en datos. Pero las decisiones que se toman en torno a los presupuestos y las inversiones pueden tener un impacto emotivo, sobre todo cuando se trata del efecto en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Por ejemplo, los altos funcionarios se enfrentan al reto de equilibrar las necesidades inmediatas con los objetivos de sostenibilidad a largo plazo y de sortear las presiones políticas a favor del gasto inmediato. Responder hoy a las presiones para poner en marcha una iniciativa puede poner en riesgo la salud fiscal a largo plazo. Establecer una visión clara de la sostenibilidad fiscal a largo plazo y procesos transparentes de toma de decisiones permite a los funcionarios demostrar el equilibrio entre las necesidades actuales y futuras.
Un plan presupuestario bien estructurado actúa también como herramienta estratégica para asignar fondos con rapidez y eficacia cuando hay que hacer frente a circunstancias imprevistas. Por desgracia, las catástrofes naturales, las pandemias y los conflictos inesperados obligan a los responsables de la planificación presupuestaria a equilibrar la necesidad de fondos de emergencia con otras prioridades presupuestarias. También es fundamental establecer mecanismos eficaces para la asignación rápida de fondos, ya que la insuficiencia de fondos de emergencia y/o la ineficacia de los mecanismos de asignación pueden repercutir en la salud o la seguridad de los ciudadanos.
El proceso de planificación presupuestaria como viaje estratégico
El ciclo presupuestario comprende cuatro fases: preparación, aprobación, ejecución y supervisión.
Preparación del presupuesto
También conocida como formulación del presupuesto, es el momento en que la estrategia del gobierno se convierte en asignaciones presupuestarias específicas. Un marco fiscal basado en la estrategia gubernamental se traduce en un plan anual o plurianual (denominado Marco presupuestario a medio plazo).
Formular un presupuesto implica echar la vista atrás a las inversiones del año anterior y a los resultados de las mismas: ¿ha dado el programa los resultados esperados? ¿Es necesario invertir más? ¿Debería un nuevo programa basarse en el trabajo anterior?
Como ya se ha señalado, el desarrollo de la política económica y fiscal implica equilibrar unos objetivos políticos ambiciosos con una disponibilidad de recursos realista, y esto puede complicarse por prioridades contrapuestas y/o interrelacionadas entre diferentes entidades gubernamentales (por ejemplo, sanidad y vivienda).
Aprobación del presupuesto
Pueden pasar varias iteraciones de un plan presupuestario antes de que el presupuesto sea aprobado formalmente por el poder legislativo de un país. Si se tarda mucho en aprobar un presupuesto, la prestación de servicios puede verse afectada. Esto se traduce en una presión para establecer rápidamente un presupuesto viable y adecuado.
El presupuesto puede aprobarse en un momento del año, pero nunca está "terminado", ya que los funcionarios públicos necesitan hacer ajustes en función de los cambios macroeconómicos, la tesorería y las necesidades imprevistas. La aplicación de mecanismos sólidos de recaudación de ingresos y la utilización de herramientas de gestión financiera para el seguimiento y el control en tiempo real ayudan a protegerse contra los riesgos.
Ejecución presupuestaria
La ejecución del presupuesto es una fase crítica dentro del marco presupuestario del gobierno. Se refiere a la aplicación del presupuesto aprobado, en la que los recursos financieros se asignan, desembolsan y utilizan para alcanzar los objetivos esbozados en el plan presupuestario.
Aunque muchas grandes organizaciones tienen procesos presupuestarios similares, los responsables de las finanzas públicas se ven afectados por la escala de las operaciones, la naturaleza interrelacionada de la recaudación de ingresos y la inversión prudente de los fondos públicos, y la atención constante de los ciudadanos y los medios de comunicación.
Supervisión presupuestaria
Como se ha señalado, hay muchos ojos puestos en el gasto público, y garantizar una supervisión adecuada de los fondos públicos garantiza que las inversiones realizadas y los ingresos generados se ajusten a los planes presupuestarios.
Para ello, los gobiernos deben garantizar la solidez de la información financiera, el seguimiento y la evaluación de resultados. Esto puede suponer un reto debido a la enorme cantidad de información implicada y al hecho de que hay múltiples departamentos y agencias que gestionar. Y, como en todos los ámbitos de la gestión de las finanzas públicas, hay que encontrar un equilibrio que permita compartir la información para tomar decisiones basadas en datos, sin que ello suponga una carga administrativa innecesaria.
Utilización de la tecnología en el proceso de planificación presupuestaria
Las organizaciones gubernamentales pueden beneficiarse del uso de plataformas tecnológicas especialmente diseñadas para gestionar el ciclo presupuestario. Freebalance Accountability Suite™ ayuda a afrontar los retos en cada fase del proceso presupuestario, mediante el acceso a datos, la automatización de procesos y herramientas de gestión del rendimiento fáciles de usar.
FreeBalance Accountability Suite™ actúa como una solución integral de Planificación de Recursos Gubernamentales (GRP), cubriendo todo el ciclo presupuestario y gestionando sistemas fiscales críticos. Se compone de seis pilares que se alinean con el proceso de planificación presupuestaria:
Puede obtener más información sobre cómo cada producto FreeBalance apoya una etapa del proceso de planificación presupuestaria en ¿Qué es el mapa de componentes de FreeBalance?
Los retos que plantea la planificación presupuestaria de las administraciones públicas, como la visibilidad limitada de los datos financieros, la utilización de datos históricos, la integración de previsiones y compromisos, y la determinación de indicadores clave de rendimiento, son abordados por FreeBalance Accountability Suite™.
FreeBalance ha implantado con éxito su solución GRP en más de 25 países, gestionando más de $400 mil millones de dólares presupuestarios. FreeBalance Accountability Suite™ ha sido fundamental para lograr la previsibilidad, el control de la ejecución presupuestaria, unas finanzas públicas saneadas y una mayor estabilidad fiscal gracias a la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas.
El propósito de un presupuesto en el gobierno va más allá de la mera planificación financiera. Es una herramienta integral que orienta la política, promueve la responsabilidad fiscal, fomenta la transparencia y contribuye al bienestar y la estabilidad generales de una nación. Por ello, los responsables de las administraciones públicas necesitan una solución que reconozca los retos y requisitos específicos de la gestión de las finanzas públicas. Con FreeBalance Accountability Suite™, los altos cargos públicos pueden gestionar más fácilmente los procesos clave y fomentar la transparencia, lo que redunda en una mayor confianza de los ciudadanos.
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