El presupuesto es el instrumento político más poderoso de cualquier gobierno. Sin financiación, una política carece de potencia. Además, los gobiernos suelen ser una de las mayores organizaciones de cualquier país, tanto en términos de recursos humanos como financieros. Del mismo modo, las asignaciones presupuestarias para servicios y programas públicos son de interés público porque repercuten enormemente en la vida de los ciudadanos. Pero en el contexto de la actual recesión económica, la magnitud del gasto del sector público vuelve a estar en el punto de mira.